El primer clásico del nuevo siglo

Por: César Londoño
Después de tanto tiempo, no deja de sorprender la cantidad de cosas que puede incluir el desayuno en la suite de un lujoso hotel cinco estrellas. Tras una larga noche recorriendo clubes de la ciudad, Gernot Bronsert, solo quiere sus gafas de sol y un café negro muy cargado, le sobran los 24 productos restantes que incluye el servicio de habitación.
Desde que Modeselktor y Apparat unieran sus fuerzas y fusionaran sus nombres por allá en 2003, las cosas han ido a una velocidad de infarto, las giras mundiales se suceden una tras otra, así como las entrevistas por todos los medios posibles. “No hay día en que no responda a tres o cuatro, ya sea por WhatsApp en una pausa en el estudio o por teléfono en el tren de regreso de Berlín a Leipzig” cuenta resignado Sascha Ring.

Moderat es el primer gran fenómeno de la música electrónica independiente del presente milenio. El renacimiento Berlinés sobre las ruinas del muro, la necesidad de expresión de una sociedad contenida durante varias décadas, son las razones que pueden explicar tal capacidad de creación. Tanta como la que tuvieron los periodistas musicales de principios de los 90´s para inventar nuevas palabras que definieran los estilos musicales creados por estos músicos de la Alemania reunificada. Una maraña de sonidos nunca antes experimentados, rica, texturizada y densa. Solo explicable por una absoluta necesidad de expresión callada por décadas.

En muy poco tiempo; Rusty Nails, A New Error o Bad Kingdom se han convertido en grandes clásicos de nuestro tiempo, canciones universales que suenan por igual en los cinco continentes y que han convertido a Moderat en imprescindible, en uno de esos espectáculos que nació para el directo, el acto en vivo de unos chicos que crecieron entre susurros y silencios. Moderat rompió los límites hace mucho tiempo y la pista de baile está palpitando.
Barcelona, septiembre de 2017